Otro aspecto al que presta especial atención este libro es
el ofrecer alternativas que pueda realizar el propio emprendedor, con el
consiguiente ahorro de gastos. Por ejemplo, en el caso del márketing, los
servicios que ofrecen las compañías especializadas en estudios de mercado
suelen ser excesivamente caros para alguien que va a crear una pequeña empresa.
Por ello se enumeran otros métodos alternativos que, aunque menos fiables, son
fáciles y económicos. Como pueden ser:
Opiniones de expertos. Resulta interesante someter la idea
de negocio a la consideración de expertos del sector en el que piensas
emprender. Esto aporta datos muy valiosos, si bien debes hacerlo con precaución
ya que corres el riesgo de que te pisen la idea.
Observación directa. Puedes obtener personalmente
información básica sobre la competencia relativa a horarios, servicios que
presta, precios y personal de que dispone, etc. Otra opción, también, es
vigilar la conducta de compradores y distribuidores para conocer el entorno de
tu futuro negocio.
Censos empresariales. Estos te ayudarán a detectar empresas
con servicios/productos similares al que piensas lanzar. Algunos son publicados
por las Cámaras de Comercio (www.camaras.org), las organizaciones
empresariales, los departamentos de industria de algunas comunidades autónomas
o la Dirección General de la Política de la Pyme (www.ipyme.org).
Registro Mercantil. Gran parte de las empresas, las que
están constituidas como sociedades mercantiles, se hayan obligadas por ley a
presentar sus cuentas anuales en este registro. En ellas encontrarás su balance
y su cuenta de resultados, lo que puede servirte para analizar cuáles son las
cifras económicas en las que se mueve un negocio similar al que pretendes
montar. Puedes pedir las cuentas anuales de una empresa a través del servicio
de Internet del Colegio de Registradores (www.registradores.org).
Estudios sectoriales. Los puedes encontrar ya hechos en las
Cámaras de Comercio, ministerios, organismos públicos (como el ICEX),
organizaciones empresariales, revistas sectoriales, consultoras, etc. También
puedes recurrir a estadísticas oficiales y encuestas que publican organismos
públicos como el Instituto Nacional de Estadística (www.ine.es) o el Centro de
Investigaciones Sociológicas (www.cis.es).
Pseudocompra. Consiste en adquirir algún artículo o servicio
similar al que piensas lanzar al mercado. Es útil para obtener información
sobre las actitudes de venta: los argumentos que se emplean, promociones,
formas de pago, etc.
CONSEGUIR FINANCIACIÓN
Un tema siempre complicado, pero que lo es aún más desde
hace unos años, y para el que también se ofrecen posibles alternativas. Así, se
describen las características de las fórmulas habituales de que disponen las
entidades financieras (préstamo, póliza de crédito, descuento comercial,
microcréditos, factoring...), del renting y el leasing, de los avales de
Sociedades de Garantía Recíproca, ayudas y subvenciones, capital riesgo,
business angel... Incluso, lo que hay que tener cuenta si la familia te presta
dinero.
Como se recomienda en el libro “escudriña todas las
posibilidades de conseguir financiación y acude primero a las que creas que
puedes tener más posibilidades. Pero guárdate en la manga una plan B, con otras
entidades y tipos de financiación, por si éstas fallan. Tantea con otros
emprendedores y empresarios como está la situación, qué entidades están dando
más facilidades o para qué tipos de productos financieros están poniendo más
trabas. Acude a asociaciones empresariales, cámaras de comercio, organismos
públicos y cualquier otra institución, ya que pueden tener suscritos acuerdos
con entidades financieras o programas que facilitan el acceso a la financiación
para la creación de empresas”. En esto, como en muchos otros aspectos, hay que
ser tenaz.
LOS TRÁMITES PARA EMPEZAR
Por último, también se describen los trámites legales que
hay que realizar para iniciar la actividad. Unas decisiones que también
conviene meditar ya que “el que se retrase un permiso o una licencia puede
suponer que el negocio, a pesar de estar ya listo para funcionar, tenga que
esperar para iniciar la actividad. Darse de alta en un régimen fiscal que no
sea el más adecuado va a implicar el pago de un sobrecoste al empresario. Y así
puede suceder con muchas obligaciones legales y fiscales”.
Y uno de los puntos en los que más se hace hincapié es en el
tipo de forma jurídica bajo la cual se va a realizar la actividad. “Muchas
personas deciden ejercer como autónomos por parecerles una complicación crear
una sociedad. No obstante, siempre es aconsejable analizar los beneficios que
puede tener el actuar como una sociedad limitada: mayor accesibilidad a ayudas
y subvenciones, mejor imagen de cara a proveedores y clientes, más
posibilidades de desgravación fiscal, limitación de la responsabilidad son,
entre otras, cuestiones que conviene sopesar”.
Completan este libro, como ya se ha comentado, otros
aspectos inherentes al proceso de desarrollo de un negocio como son la
resistencia psíquica, hacer frente al estrés, conseguir el apoyo familiar, etc.,
ya que emprender es, además, una actividad social en la que intervienen
personas, emociones, relaciones, intereses,...”. Y hay que estar preparados
también para esto.
Fuente: Emprendedores Javier Inaraja 26/04/2010